No es un ranking, porque no puedo decidirme entre cuál de
los tres me gusta más en su totalidad. Si que, no obstante, hay cosas en unos
que me gustan más en otros. ¡Comienza pues el “ranking” de mis tres villanos
favoritos! El orden no quiere decir nada, cada cual tiene su punto especial que
lo hace mejor que los otros. Sí, lo sé, es una paradoja, pero es tal cual. Vamos allá.
NÚMERO 1.
Si bien se trata de un personaje real, me pareció
absolutamente excelso cuando lo descubrí al leer “Los tres mosqueteros”, de
Alejandro Dumas (ya apuntaba maneras en aquella serie “D’Artacán y los tres
mosqueperros”, pero fue al leer la novela cuando lo descubrí en su esencia). Sobre
esta novela que trata las aventuras de cuatro mosqueteros, no tres, y en la que
además sólo una vez apareció aquello de “Todos para uno y uno para todos” tengo
que decir que es una de las que más he disfrutado leyendo, en cuanto a
literatura clásica se refiere.
Hace mucho que la leí, y la guerra interna por el control
absoluto que mantenía el taimado y sutil cardenal, primer ministro del rey Luis
XIII, me pareció sublime, muy bien tratada. Su eminencia labraba el destino de
Francia entre bambalinas, con una lealtad absoluta al rey, de quien se servía
para ejercer el más férreo poder. Esa mezcla de lealtad con malignidad y doble
cara (eran sensacionales los momentos en que los mosqueteros hablaban con el
cardenal, quien, a pesar de ser su taimado enemigo, era de lo más cortés cuando
estaba delante de ellos, ocultando tras una inescrutable máscara el odio que
sentía hacia aquellos leales súbditos de su Majestad). Para Richelieu sólo él
era leal; el resto, competidores, enemigos que destruir, no había cuartel.
Después de esta novela, Alejandro Dumas llegó a publicar dos
más (“Veinte años después” y “El vizconde de Bragelonne”), que a pesar de su
interés, ya no contaban con la presencia de su eminencia roja… aunque tampoco
estaba nada mal su sustituto, el cardenal Mazarino, pero nada sería igual. La
sutileza de Richelieu no conocía parangón.
Sobre las versiones fílmicas, nunca ninguna ha llegado jamás
a igualar la imagen mental que me labré de él, aunque Vicent Price, de la
versión de 1948, se acerca bastante, recuerdo con especial agrado aquella frase
que le dijo, al final de la peli, el osado cardenal al rey, “Pero Majestad, ¿no
os dáis cuenta? Soy yo quien gobierna Francia!”. Brutal!!! De los tres
expuestos, mi villano más admirado.
Cuando apareció por primera vez en mi vida me dejó
electrizado. El villano perfecto según mi criterio. Tiene todo lo que tiene
que tener un villano para que me guste. Una puesta en escena perfecta, un final
perfecto… todo, me gusta todo. Inteligente, sagaz, muy despierto, menudo aliado
perdieron “los buenos” al tenerlo al lado del mal. Y se entiende. El lado
oscuro sabemos que es muy seductor. Su personalidad sanguinaria y cruel es
totalmente camuflada por su lado encantador. Es imposible no perdonarle sus
crímenes. Yo lo haría. Es lo que pensé cuando leí la novela “La Isla del Tesoro”.
Sí, lo has adivinado, hablo de John Long Silver (o John Silver el Largo, como
se le ha conocido en muchas partes).
Lo primero que tienes que saber sobre John Long Silver es
que ha pertenecido a la tripulación del más sanguinario pirata de todos, el
capitán Flint, cuyo tesoro escondido es el “leif motiv” de la novela escrita por
Stevenson. De carácter suave, agradable, implicado, se hace amigo del grumete
Jim Hawkins… y esa amistad será la que te haga conocer a John Long Silver,
capaz de vender a su madre, si de ello saca algún provecho, a pesar de ser el
hijo favorito de esta.
Terriblemente adorable, adorablemente terrible, una cosa es
segura… cuando le conozcas, no volverás a ver las cosas del mismo modo. ¡Un 10
como villano!
Ron, ron, ron, y la botella de ron!
Absoluto entre absolutos, cuando conocí a Morgoth todo el
universo de Tolkien se me vino abajo, y de sus cenizas resurgió una visión
mucho más completa, global y perfecta de este particular mundo.
Morgoth se llamaba Melkor cuando estaba con sus compis junto
a Ilúvatar, el Único, allá en una especie de Corte celestial donde todos eran
felices y comían perdices.
Un día Ilúvatar tuvo una idea, hacer un mega-concierto donde
todos los presentes (llamados Ainures) tendrían una parte, y donde él daría la
entrada. Todo era precioso, Ilúvatar comenzó su música, y el resto de los
Aiures se unieron en una encantadora melodía, hasta que llegó el turno de
Melkor. Él buscaba la originalidad, y creó una distorsión musical horrenda, que
provocó el terror de todos los presentes, entre ellos Manwë, mano derecha de
Ilúvatar, que intentó enmendar la distorsión intentando volver a la melodía
original. Pero ya fue imposible, poco a poco los Ainures fueron retirándose de
la canción, y sólo Melkor y Manwë permanecían tocando, enfrentados. La música
fiel a Ilúvatar y el estruendo diferente de Melkor colisionaron hasta que
Ilúvatar ordenó que se detuvieran. Ambos lo hicieron, agotados. Ilúvatar
sonrió. Les dijo… este concierto no ha sido en vano, ha sido muy creativo…
tanto, que habéis creado un mundo entero.
Y es entonces cuando les mostró lo que habían creado, “la
Tierra”. Los amaneceres, las nubes, los prados, los ríos, los mares, todo había
sido creado en el concierto, pero Melkor y su música habían creado las
tormentas, los terremotos, las tinieblas, y la colisión entre unos y otros,
montañas, precipicios, y todo lo que le da relieve.
Así, de esta manera comienza Melkor su andadura, y se
convierte en un villano ante el cual palidece el mismo Saurón, que no deja de
ser una miniatura ante Melkor. Sus maldades le hicieron perder el nombre
original, y se tornó Morgoth, el Enemigo Oscuro, y poco a poco se fue debilitando su poder, hasta convertirse en un ser cobarde, lejos de su imagen cuasi-celestial del principio. Su historia es larga y muy interesante,
y dejo al lector interesado con la miel en la boca para que indague un poco más. Lo bien cierto es que,
tras conocerle, nunca volví a ver el universo Tolkien con los mismos ojos.
Aquello alcanzó dimensiones más que épicas, descomunales, titánicas… El villano
más poderoso de mi particular “ranking”.
Y al respecto de mis villanos favoritos, esto es to-tototo-tototodo amigos! ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario