Hasta ahora he nombrado gatos cuyo papel dista mucho de ser
el principal. Pero esto cambia esta vez. Hoy voy a hablar de “El gato que vino
del Espacio”, una de las incursiones en el tema extraterrestre de los estudios
Disney.
En 1978 se proyectaba en Estados Unidos esta película sobre
un gato extraterrestre, dotado de singulares poderes (básicamente, levitación y
telepatía, gracias a su collar espacial), y que tiene un problema por el que
debe aterrizar en la Tierra. Tras pedir ayuda a la madre nodriza, y esta no
poder dársela, el tripulante debe conseguir apañárselas solo. Su nombre es
Zunar J5/90 Doric 4-7. Para reparar su nave necesitará disponer de Org 12, material
que aquí en la Tierra se conoce como oro. Con la colaboración de un científico,
a quien le debe el nombre más terrícola de Jake, intentará escapar de las manos
de investigadores sin escrúpulos, y reparar su nave para volver a la nave
nodriza.
El tripulante de la nave, "Jake" es un gato de
raza abisinia (raza originada en Egipto, muy parecida a un puma en pequeño), ¿o debería decir que son dos?. El tema es que el
papel de “Jake” fue interpretado por un dúo felino, Amber y Rumple, dos gatos
hermanos, cuya interpretación conjunta daría lugar al personaje.
En este punto puede que usted, intrépido/a lector/a se
plantee: ¿y cómo se las arreglan estos gatos extraterrestres para pilotar la
nave, o para realizar cualquier trabajo, si no tienen manos?. He mencionado antes el poder de levitación que les da el collar
de última tecnología que llevan, ¿qué nos hace pensar que no tengan algún poder
de telequinesis añadido? En este caso, la duda quedaría resuelta, ¿no?. Por otro
lado, es sumamente intrigante observar que, una vez se les quita el collar, se
vuelven gatos normales y corrientes… es el collar lo único que les diferencia
de sus análogos terrestres… o sea, la tecnología les lleva a ser “superiores”,
podríamos decir, porque, en lo demás, son idénticos a los terrestres.
Un punto para pensar es que, estando como están los extraterrestres dotados
de una supuesta supremacía intelectual respecto a los humanos, se haya
idealizado la figura del extraterrestre en forma de gato. No se si alguien dijo
alguna vez: “la verdad siempre ha estado ahí, solo hace falta querer verla”,
pero creo que sí, pues me parece una frase muy grandiosa para ser de mi
cosecha. Lo que pasa es que a veces está más “ahí” de lo que nos creemos. Y con
esto no quiero decir nada más que lo que he dicho, no saquen conclusiones
precipitadas… porque quizás acierten.
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